Quien quisiera estaba invitado a apuntarse; él de visita en visita iba dejando su huella en distintos blogs amigos.
Ya venía pensando que me quedaba fuera pues la idea era realizar las visitas en la recta final del año, pero me encuentro, como fantástico regalo de Reyes, su artículo en mi bandeja de entrada :)
Emocionada y honrada os muestro las líneas que José Antonio Fernández Senovilla ha tenido a bien escribir para este humilde espacio.
El Peregrino de la Blogosfera llega a este estupendo rincón en el que es acogido con gran cariño para dejar una pequeña huella que espero y deseo perdure en el tiempo.
No hay guapos ni feos, ni se pueden comparar a ciertos pavos sin sueños con otros más bellos y eternos.
¡Vaya pavo! Exclamamos con frecuencia ante ciertos individuos que han perdido la calificación de caballeros ante la sociedad por sus actuaciones o ¡Vaya Pava! Si hablamos de una descarada con actitud chulesca.
El pavito, ese muchachito que mira aún con ojos de pasión y aprendizaje, que tiene mucho que aprender igual que la pavita que comienza a presumir con ilusión, una etapa tan real y cierta que todos nosotros hemos vividos en nuestra tierna juventud.
Y el Pavete que es aquel pavito que no quiere madurar o esa niña que no acaba de completar su paso definitivo a mujer.
¿Pero en la madurez que nos queda? Tenemos que recurrir de nuevo al mundo animal para seleccionar al Pavo Real para definir que sin ser guapos ni feos, en el transcurrir de nuestras vidas hubo un pavo y un pavito que con el tiempo llegó a crecer y tanto aprendió que hoy a sus pavetes les cuenta enseñanzas de épocas inciertas, de momentos divertidos y chulescos, con latidos mágicos de vida que se reviven con melancolía al educar a nuestros hijos.
Así de magistrales nos
mostramos ante aquellos hijos que les transmitimos nuestro vagar por
la vida, pero con la sabiduría de que ellos experimentarán ser
Pavos, Pavitos y Pavetes antes de convertirse en Pavos Reales.
Largo será su camino,
pero como no hay ni guapos ni feos, ellos cumplirán con el tiempo
sus sueños y si la salud nos acompaña, nosotros disfrutaremos
viendo como pasan todas esas etapas y adquieren la responsabilidad de
vigilar a sus futuros pavos, pavitos y pavetes.
Ha sido todo un honor
poder estar en este rincón.
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Muchísimas gracias José Antonio.
Mi vida es una continua búsqueda, un continuo aprendizaje. No creo que nunca saque un plumaje tan bello como el del Pavo Real, pero sí procuraré encontrar y descubrir el máximo posible de colores.
Por suerte fui Pava, Pavita y Paveta :)
Gracias una vez más, todo un placer.
Yo te regalo una gaviota, no es un Pavo Real, pero también es preciosa :)